Existen diversos indicadores de la salud financiera de tu negocio. Entre ellos, el capital de trabajo es uno de los principales, ya que no solo refleja tu liquidez, sino que da una mirada clara de tu eficiencia operativa, lo que, a su vez, te da herramientas para conocer tu potencial para invertir y crecer.
¿Cómo? Básicamente porque te ayudará a saber si tus activos circulantes son mayores a tus pasivos circulantes. En caso de que sea lo contrario, tendrás un problema para ser solvente (lo que te acerca al temido escenario de bancarrota).
¿Qué es capital de trabajo?
Como mencionamos, el capital de trabajo es un indicador que denota la diferencia entre los activos corrientes de la compañía —efectivo, cuentas por cobrar, inventarios, materiales— y los pasivos corrientes —cuentas por pagar o deudas a menos de un año-.
También es conocido como fondo de maniobra.
Este indicador es bastante similar al índice de solvencia, el cual también te permite ver relación entre tus activos y pasivos, con la intención de conocer cuáles son tus márgenes para operar.
Componentes del capital de trabajo
Los dos componentes del capital de trabajo son:
- Activos corrientes
- Pasivos corrientes
Fuentes del capital de trabajo
Las principales fuentes para obtener capital de trabajo son:
- Ventas a través de resultados positivos de la empresa
- Financiamiento sin deuda
- Endeudamiento
- Capitalización a través del ingreso de nuevos socios
¿Qué mide el indicador de capital de trabajo?
El capital de trabajo muestra el equilibrio entre activos y pasivos de una empresa. Por ello, puede indicar si esta tiene lo necesario para operar antes de conseguir ganancias. Es decir, muestra si una empresa cuenta con el dinero suficiente para cubrir sus gastos que le permitan obtener ganancias.
La importancia del capital de trabajo radica en que, en caso de que se requiere realizar una inversión o gastos mayores, se debe conocer el capital con el que cuenta la empresa.
Capital de trabajo - fórmula
La fórmula para calcular el capital de trabajo es la resta de los activos corrientes (disponibles dentro de un lapso de 12 meses) menos los pasivos corrientes (pendientes en los últimos 12 meses).
Por ejemplo, si la suma de los activos es de 300 mil pesos y de los pasivos es de 140 mil pesos, tu capital de trabajo será de 160 mil pesos.
Importancia del capital de trabajo y su relación con la liquidez
El capital de trabajo es importante para cualquier empresa, pues es un indicador importante de liquidez y solvencia.
Cabe destacar que el “nivel aceptable” de capital de trabajo puede variar dependiendo de la industria en la que te desempeñas, el tamaño de tu empresa y tus propias necesidades para operar.
Por ello, es crucial tener una visión del promedio en compañías e industriales similares para saber si estás operando de una manera riesgosa.
| Conoce más sobre la importancia de la liquidez en esta entrada de nuestro blog
Administración del capital de trabajo: las características y niveles adecuados
En términos generales, si el capital de trabajo de una compañía es negativo, significa que la empresa no es capaz de solventar su deuda.
En contraste, un capital de trabajo positivo significa que pude costear sus operaciones y cumplir sus obligaciones, teniendo espacio suficiente para poner en marcha estrategias de crecimiento.
Sin embargo, es importante mencionar que un nivel de capital de trabajo demasiado alto no siempre es deseable; también es un indicador de que el negocio cuenta con demasiado inventario o que no está invirtiendo de manera adecuada su efectivo.
Financiamiento y capital de trabajo: cómo mejorar tu liquidez
Incrementar mucho tus ventas no es el único modo de inyectar capital de trabajo, pues, de hecho, incluso una empresa con utilidad puede tener problemas de solvencia y liquidez.
Una buena forma de tener un mejor nivel de capital de trabajo es recurrir al financiamiento.
Para ello, es vital entender que el financiamiento no es siempre sinónimo de deuda.
También se puede recurrir a alternativas que mejoren tus niveles de liquidez y den acceso a capital de trabajo al liberar tus cuentas por cobrar, con el fin de lograr un mejor equilibrio entre tu utilidad y los costos de tu operación.