El seguimiento continuo de indicadores financieros puede hacer la diferencia para tu negocio, pues más que solo “cifras que se tienen que reportar”, son la brújula para conocer qué tanto ganas, qué tan rentable sigue siendo tu empresa y las acciones que debes tomar para seguir creciendo, ser más sostenible y adaptarte ante cualquier situación.
Cuando se trata de rentabilidad y ganancias, existen algunas métricas clave que facilitan tener una visibilidad clara de tus áreas de oportunidad, cómo incrementar utilidades, entender y controlar mejor tus costos.
Indicadores financieros de rentabilidad y ganancias
Margen bruto
Este indicador mide el beneficio directo que obtienes por la venta de un servicio o bien, restando el costo de producción.
Con base en la fórmula anterior, es el porcentaje de las ventas que queda después de descontar el costo de los bienes vendidos (COGS) y otros gastos operativos.
Si el margen es alto, se infiere que la empresa retiene mayor capital por cada peso que vende, lo cual la deja en una buena posición para cubrir otros costos y obligaciones.
Margen operativo
Esta cifra define el margen de ganancia después del costo de los bienes vendidos y gastos operativos.
La utilidad por operaciones representa los ingresos antes de aplicar intereses o impuestos. Este margen puede entenderse también como un retorno sobre las ventas, lo que ayuda a observar una relación entre cómo el negocio hace dinero, qué tan bien se maneja y qué tan riesgoso puede ser, considerando que este indicador sea cambiante.
Margen neto
Representa todo el beneficio obtenido por la venta, descontando costos de producción, además de gastos operativos, gastos de ventas, gastos de administración, ingresos y gastos financieros, depreciación y amortización, intereses e impuestos.
En esa línea, es una proporción que habla de la capacidad de generar ganancias después de todos los gastos y otras obligaciones desde lo administrativo, impuestos depreciación, etcétera.
Tener una visión de los márgenes mencionados anteriormente es un recurso útil para comprender la relación entre los costos de operar, las obligaciones relacionadas, tus ventas y lo que realmente obtienes de ellos.
Retorno sobre la inversión (Return on investment o ROI)
Evalúa la eficiencia de una inversión con relación al costo de la misma, con un foco especial en la rentabilidad, es decir, la capacidad que tiene una inversión determinada (o varias) de generar utilidad.
El ROI tiende a ser un indicador muy utilizado, pues es muy versátil y sus aplicaciones pueden ser varias, especialmente para tomar decisiones sobre el negocio y comparar alternativas.
En términos generales, es deseable buscar un ROI alto, mientras que un ROI negativo deberá evitarse siempre.
Retorno sobre patrimonio (Return on equity o ROE)
Similar al ROI, este margen de retorno pretende hacer visible la efectividad con la que la compañía convierte el patrimonio en ganancias.
La diferencia radica en que el ROE no necesariamente considera aspectos de deuda o los costos sobre la inversión, aunque sí refleja el impacto de las decisiones financieras.
Rentabilidad económica (Return on assets o ROA)
En contraste con el retorno anterior, esta métrica se interesa en medir qué tan bien se usan los activos o recursos con los que cuenta una empresa para generar más ingresos, contemplando también aspectos como la deuda.
En caso de que la empresa no cuente con deudas, el ROA y ROE son el mismo. Ten en mente que el equity se calcula con la suma de los activos totales menos la deuda. Por ello, al adquirir esa obligación y apalancarse con deuda, las cifras reflejan situaciones diferentes.
Mientras más alto sea el ROA, se sobreentiende que la compañía está ganando más dinero con menos inversión. Aunque, como en todos los casos anteriores, es vital analizar en conjunto con otras métricas financieras.
| Puedes leer más sobre ROE, ROA y ROI en esta entrada de nuestro blog