Durante el primer bimestre de 2021, México recuperó el lugar como el principal socio comercial de Estados Unidos al cubrir 14.9% del comercio total que esa nación tuvo con el mundo —un estimado de 96 mil 998 millones de dólares, según la Oficina del Censo estadounidense—. Esto fue un paso adelante después de que en 2020 China se adelantara en su intercambio comercial con nuestro vecino del norte y tomara dicho lugar.
“Esta es una historia en desarrollo desde antes de 2019, cuando por primera vez México tomó el puesto del mayor socio de Estados Unidos tras 4 años de liderazgo por parte de China, precedido por Canadá”, explicó Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México.
En dicho año, nuestro comercio bilateral con Estados Unidos alcanzó los 614 mil 500 millones de dólares y la economía estadounidense importó más de 358 mil millones de dólares de productos mexicanos. Posteriormente, si bien México hiló varios meses como líder durante el año pasado, China cerró 2020 como su principal socio comercial.
¿Cómo es que llegamos a este punto y qué sectores son críticos en esta competencia?
El desarrollo de México y China en el comercio exterior
“China, con su estatus de la Fábrica del Mundo, y México suman varias décadas de desarrollo de sus sectores manufactureros y de exportación que los han llevado a competir de cerca como jugadores clave en el comercio global y como principales socios de la nación que más importa a nivel mundial”, explicó Montaño.
El caso de China se remonta a la década de los 70 y 80: de ser una nación grande pero centrada en la agricultura pasó a ser un gigante comercial e industrial catalogado como el primer país en manufactura a nivel global.
Hacia los años noventa, el perfeccionamiento de su manufactura lo llevó a seguir escalando y se colocó como un socio vital para otras naciones entre ellas, naturalmente, Estados Unidos.
Por su parte, antes de 1986, México era un exportador de materias primas: más de dos tercios de nuestras exportaciones consistían en productos petroleros. Con la llegada de los Tratados de Libre Comercio, también en la década de los noventa, la situación comenzó a cambiar radicalmente.
En 2012, México tuvo el primer superávit de su balanza comercial (por 163 millones de dólares) desde 1997, debido al fortalecimiento de sus exportaciones manufactureras, especialmente dirigidas a Estados Unidos.
De 2013 a la fecha, la proporción de bienes manufacturados como nuestra principal exportación ha crecido desde 82.7% a 89.6% en 2020, de acuerdo con datos de la Balanza Comercial del Inegi.
Hoy tanto México como China ven en la manufactura y tecnología sus grandes motores de desarrollo, pues muchas de sus empresas son parte indispensable de cadenas de valor globales.
China-Estados Unidos: de socios a rivales
Mientras que en los años noventa Japón y Canadá lideraban como los países de los que Estados Unidos realizaba más importaciones —con México reservado en el tercer lugar por encima de China—, los registros del World Integrated Trade Solution del Banco Mundial revelan que desde el 2002 China comenzó una escalada para desplazar a Japón y México.
En 2003 se colocó como el segundo país del que más importaciones realizó Estados Unidos y en 2007 escaló por encima de Canadá y México. En 2015, finalmente, se convirtió en su primer socio por comercio total.
Así continuó hasta 2019, cuando México pasó del tercero al primer socio comercial. Todo esto en un marco de tensiones políticas entre Asia y Estados Unidos, así como el rejuvenecimiento del principal tratado comercial de América del Norte, es decir, el T-MEC.
“Desde entonces, las fricciones han continuado y se ha incrementado el baneo de empresas tecnológicas de China por parte de Estados Unidos. Y, al parecer, no solo será un asunto de la administración Trump. Si bien Joe Biden no ha sido claro con políticas arancelarias y otras medidas de comercio, ha dado a entender que __Estados Unidos seguirá compitiendo fuerte y de manera frontal con China__”, acotó Montaño.
La evolución de la relación México-Estados Unidos
En contraste, la relación comercial que se ha construido en las últimas décadas entre Estados Unidos y nuestro país ha sido más cordial y, sobre todo, con un intercambio significativo en el sector manufacturero.
En cuanto a mercancías que más comercia México en el extranjero, el Observatorio de Complejidad Económica rankea entre las de mayor volumen los automóviles (53 mil 100 millones), computadoras (32 mil 400 millones), partes de vehículos (31 mil 200 millones), camiones de reparto (26 mil 900 millones) y petróleo crudo (26 mil 600 millones).
Para Estados Unidos, los principales productos de importación son automóviles (178 mil millones), computadoras (81 mil 900 millones), equipos de transmisión (81 mil 800 millones), medicamentos (79 mil 500 millones) y partes de vehículos (71 mil 600 millones).
No es coincidencia, que los productos del sector automotriz de México sean los que más se fortalezcan.
“Factores como la cercanía geográfica y la especialización que México ha logrado acumular en estos últimos años lo convierten en un atractivo socio ahora que Estados Unidos comienza a buscar la independencia comercial de China: tenemos la oportunidad de absorber la producción que mude de Asia y el T-MEC da seguridad para tener un marco de operación competitivo, con la condición de que sigamos apoyando a PyMEs que suman a estas cadenas de valor y continuemos atrayendo inversión extranjera que nos permita expandir nuestras operaciones y capacidad de producción”, concluyó Montaño.