Buscar financiamiento para tus exportaciones te permitirá evitar problemas en las operaciones y finanzas de tu empresa. Sobre todo para tus gastos operativos. Vender tus productos en otros mercados internacionales puede traer muchos beneficios, pero también existe un riesgo de que la operación no suceda de la manera esperada.
Aunque tu empresa cuente con fondos suficientes para hacerlo, esto no garantiza que se puedan cubrir los riesgos que una transacción internacional tiene. Es por eso que la solución ideal es recurrir al financiamiento.
El financiamiento no tiene que ser algo negativo y el costo puede ser muy bajo, dependiendo del tipo de financiamiento que elijas.
Por ejemplo, el factoraje financiero no genera deuda y no requiere de garantías que puedas perder en caso de que tu cliente no cumpla con el pago en el monto o forma pactadas.
En esta entrada te presentamos algunos de los mejores esquemas de financiamiento para tus exportaciones, así como las ventajas y desventajas que cada uno ofrece.
Fuentes de financiamiento para la exportación
Factoraje financiero
Este tipo de financiamiento consiste en ceder tus facturas a una empresa de factoraje (también llamada factor) adelantando un porcentaje del valor neto de la factura. Luego de que tu cliente liquide su deuda después de 30, 60 o hasta 90 días, el factor te otorgará el porcentaje restante menos una comisión.
Como mencionamos anteriormente, este tipo de financiamiento no genera deuda y no requiere de colateral como una garantía de pago pues la misma factura funciona como una garantía.
El principal objetivo de este tipo de financiamiento es que tu capital de trabajo no se vea afectado en lo que esperas por el pago de tu cliente. Esto te permite continuar con tus estrategias de crecimiento, solventar tus gastos diarios, ampliar tu cartera de clientes o crecer tu inventario.
| Conoce más sobre el factoraje financiero y sus beneficios en este enlace
Créditos bancarios
Es uno de los financiamientos más comunes. Consiste en la adquisición de créditos por parte de una institución bancaria. Los más comunes son los créditos simples y los créditos revolventes.
El primero es un crédito que un banco te otorga a cambio de intereses que tendrás que pagar cuando liquidez el crédito. Funciona solo una vez y finaliza cuando toda la deuda haya sido liquidada.
El segundo funciona como lo hacen las tarjetas de crédito: un banco te otorga un límite crédito que puedes usar cuantas veces quieras siempre y cuando pagues lo que vas utilizando.
Los créditos bancarios son muy útiles si buscas grandes cantidades de crédito y no cuentas con mucho capital disponible. Sin embargo, las tasas de interés y comisiones suelen ser demasiado altas comparadas con los otros tipos de financiamiento.
Además de generar deudas altas, los bancos requieren de colateral y, de esta manera, corres el riesgo de perder activos de tu empresa en caso de que existan problemas en la transacción.
Financiamiento de proveedores
De acuerdo con reportes realizados por el Banco de México (Banxico) sobre las fuentes de financiamiento de las empresas mexicanas, este es el tipo de financiamiento más usado por las empresas nacionales.
Consiste en acuerdos entre tu empresa y tus proveedores para poder liquidar la compra de materia prima luego de un periodo acordado. Este tiempo puede ser desde 30 hasta 180 días.
Esto puede ayudarte a no perder tu capital de trabajo durante ese tiempo y no genera ningún tipo de gasto. Sin embargo, el precio de la materia prima siempre estará a disposición de tu proveedor y este tipo de financiamiento también dependerá de la salud financiera de él.
Aunque es un opción muy poco riesgosa, dependerás mucho de la situación financiera de alguien externo a tu empresa.
Forfaiting
Este tipo de financiamiento es similar al factoraje: consiste en ceder a una institución financiera un documento de pago de tu cliente (letras de cambio o pagarés) y esta adelantando el pago del recibo, asumiendo todo el riesgo en caso de cualquier eventualidad con tu comprador.
Las principales diferencias con el factoraje financiero son:
El forfaiting acepta pagarés o letras de cambio. El factoraje solo acepta facturas.
Siempre hay un seguro en el forfaiting debido al alto riesgo de la operación. El factoraje puede o no tener seguro.
El forfaiting está pensado para operaciones a largo plazo: desde 6 meses en adelante, mientras que el factoraje es a corto o mediano plazo.