El aguacate en la crisis del COVID-19
Aún en tiempos de incertidumbre económica global, generada por la crisis del Covid-19, se ha mantenido estable la producción, distribución y exportación de aguacate mexicano.
Datos de la Asociación de Productores y Empacadores de México (Apeam) aseguran que los envíos totales de aguacate rondaron las 28 mil 88 toneladas en la semana 16, lo que representa un aumento de 149.7% y un alza en ventas de 8.8%, referente a la semana anterior. Para la semana 18, si bien los envíos estuvieron en 24 mil 921 toneladas, las ventas se elevaron 6% respecto a la semana anterior.
¿Qué medidas deben tomar los exportadores de aguacate mexicano?
En este escenario, los productores y exportadores de aguacate deben reforzar sus buenas prácticas y buscar fuentes de capital con el fin de prepararse para posibles retos en términos de logística y un flujo cambiante de las exportaciones.
Si bien aún se desconocen los estragos que causará la crisis económica en cuanto a consumo de aguacate mexicano, a nivel nacional e internacional, mismo que, tan solo en Estados Unidos, cubre cerca del 80% del mercado.
Lo que sí es seguro es que resulta imperativo para los productores estar listos financieramente para mantener la estabilidad de su producción con la liquidez de capital que les ayudarán a cubrir la fluctuación de la demanda.
Mantener una buena liquidez y acceso a capital de trabajo es vital para cualquier empresa, sobre todo en tiempos de incertidumbre y crisis económica.
Sin embargo, los aguacateros se han enfrentado a dos complicaciones que otros sectores ya experimentan: la caída en la demanda y créditos costosos que pueden generar sobreendeudamiento.
Como ya lo han expresado organismos mexicanos vinculados a los negocios como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), el factoraje presenta una de las alternativas más plausibles para obtener financiamiento sin adquirir deuda, al tiempo de garantizar flujo inmediato de capital.
Ventajas del factoraje para los aguacateros
Permite el acceso a capital en el corto plazo, sin adquirir deuda, pues se trata de una transacción comercial sobre las facturas por cobrar de las empresas que han vendido sus productos a un cliente.
Reducen los riesgos de no pago por parte de los clientes. Al estar en la mayoría de los casos protegidos con seguros de crédito comercial.
Simplifican trámites para la adquisición de financiamiento. Con la digitalización de los procesos, se agilizan los tiempos de aprobación, mismos que van de una a dos semanas como máximo.
Evita el riesgo de perder el patrimonio de los empresarios. Toda vez que no exigen colateral.
Mitiga el riesgo de volatilidad. El financiamiento suele ser en dólares, divisa con mayor estabilidad en estos tiempos, lo que evita riesgos de fluctuación monetaria.