La hoja de balance, el reporte que te permite conocer el estado financiero actual de tu empresa, está compuesta por tres conceptos básicos: los activos, pasivos y el capital social.
El primero se centra en las posesiones de una empresa que tienen la capacidad de generar ingresos y el segundo en las deudas y obligaciones contraídas por la adquisición de algo. Ambos son de suma importancia para conocer tu panorama financiero y saber si las decisiones que has tomado han sido correctas.
En esta entrada te explicamos qué son los activos y pasivos de una empresa y cuál es su importancia para conocer su salud financiera.
¿Qué son los activos de una empresa?
Los activos son todos los bienes y derechos, tangibles o intangibles, que una compañía tiene y que le generan ingresos económicos. Es decir, es todo aquello que proporciona beneficios económicos en un futuro a tu empresa.
Algunos ejemplos de activos son:
- Efectivo y equivalente de efectivo
- Inversiones
- Cuentas por cobrar
- Mercancía
- Equipos
- Terreno
- Propiedades
Tipos de activos
Muchas cosas pueden considerarse activos. Todas ellas pueden agruparse en seis tipos: activos líquidos, activos no líquidos, activos tangibles, activos intangibles, activos corrientes y activos fijos. A continuación explicaremos cada uno de ellos.
Activos líquidos
Son todos los activos que pueden convertirse rápidemente en efectivo mientras conserva su valor de mercado.
Algunos de los ejemplos más comunes de activos líquidos son:
Efectivo y equivalentes de efectivo como el dinero con el que cuenta la empresa, certificados de depósito, etcétera.
Inversiones
Activos no líquidos
Contrario a los activos líquidos, los no líquidos no son fáciles de convertir en efectivo rápidamente. Si el tiempo para hacerlo es mayor a 90 días, se consideran activos no líquidos.
Los ejemplos más comunes de este tipo de activos son los bienes inmuebles. Dependiendo del mercado, estos activos pueden tardar meses en venderse.
Activos tangibles
Como su nombre lo indica, son activos que se pueden tocar. Algunos ejemplos de activos tangibles son:
- Terrenos
- Maquinaria
- Bienes inmuebles.
- Algunas acciones y bonos son considerados como tangibles debido a que, en muchas ocasiones, se emiten con certificados físicos.
Activos intangibles
Los activos intangibles son todos aquellos que no se pueden tocar debido a su naturaleza física. Algunos ejemplos son:
Reputación de una empresa. Mientras el reconocimiento de una marca aumente, su valor en el mercado también lo hará.
Propiedad intelectual. Esto puede ser el logotipo de una empresa, así como las patentes y los derechos de autor. Un ejemplo podría ser el “swoosh” de Nike, que es reconocido a nivel mundial.
Activos corrientes o circulantes
Son todos los activos que una empresa utiliza en un lapso de un año. Es decir, los bienes y derechos adquiridos con la intención de convertirlos en efectivo en un periodo máximo de 12 meses. El ejemplo más claro sería el inventario que la compañía dispone.
Activos fijos o no corrientes
Son todos aquellos que la empresa adquiere con la intención de que permanezcan en la empresa durante más de un año como maquinaria y propiedades.
¿Qué son los pasivos de una empresa?
Los pasivos son deudas y obligaciones que una empresa debe liquidar con sus activos. Estos son importantes para el crecimiento de una empresa aunque, si no se pagan a tiempo, pueden ocasionar pérdidas y generar problemas para las operaciones de la compañía.
Algunos ejemplos de pasivos son:
- Préstamos para la adquisición de activos
- Líneas de crédito
- Préstamos bancarios
- Hipotecas
- Impuestos
- Cuentas por pagar
- Rentas
- Nómina
Tipos de pasivos
Existen dos tipos de pasivos: exigibles y no exigibles.
Pasivos exigibles
Son todas las deudas y obligaciones de pago adquiridas a terceros como bancos, proveedores, gobiernos o instituciones.
Pasivos no exigibles
Son todas las deudas contraídas con los socios de la empresa. Se consideran así porque, mientras la empresa continúe con sus operaciones, no se exigirá el pago de estas.
Importancia de los activos y pasivos para tu empresa
Los activos son lo más importante que una empresa tiene para operar de manera eficiente. Además, a través de ello, se determina el patrimonio de la compañía y puede ser de gran utilidad al momento de solicitar financiamiento, pues son un indicador de la capacidad que tiene la empresa para generar ingresos.
Por otro lado, los pasivos, aunque sean deudas, son de gran ayuda para las empresas que buscan crecer de manera más rápida. Buscar financiamiento, por ejemplo, es un gran hábito que puede tener un impacto positivo en las operaciones o en la adquisición de bienes.
Como mencionamos anteriormente, las deudas no son malas siempre y cuando se tenga una correcta administración de ellas.